Latinoamérica, un continente heterogéneo
imposible de ser definido en una palabra, pero fácilmente abstraído a partir de
sus creencias y pasiones: dios y fútbol. Es así como en ésta parte del mundo la
moral es tan ambigua como contar con la mayor cantidad de hitos y/o esculturas
de representaciones religiosas y a su vez, pedirle a las mismas el apoyo para
conseguir que el equipo salga campeón el próximo domingo.
Nos encontramos con Latinoamérica, un espacio
mucho más allá de los límites territoriales, relativamente joven, donde los
íconos se ensamblan día a día a las necesidades cotidianas; la colonización
europea menguó las ideas ancestrales y la globalización se remite a esta parte
del mundo, como un lugar casi impermeable a una crisis que tiene al resto del
planeta sumido en una profunda fatiga, la cual prácticamente no afecta en
absoluto, la situación latinoamericana, entendida siempre en estado de crisis.
Cartografía – Territorios globales. “Cristo
como hito de la ciudad Latinoamericana”.
Podría entonces plantearse la idea del dispositivo, a aquellos elementos que como el Cristo Redentor en
Río de Janeiro, tienen la peculiar capacidad de actuar a modo de engranaje
entre la persona y su lugar físico y
metafísico. Nos jugamos éste planteamiento poniendo a “caminar” esta escultura, pero así como sucedería en Río, podría
ocurrir lo mismo en cualquier otra ciudad de Latinoamérica, donde su cristo, su
santo, el goleador, y/o su deidad local, constituyen diversos referentes, tanto
espaciales como emocionales para sus habitantes. Incluso la idea va más allá de
su configuración escultórica, la misma podría llegar a ser un sinnúmero de
“megas” estructurales que albergarían instalaciones: habitacionales,
educativas, administrativas, deportivas, entre otras. Es jugar con el hito sagrado al mejor estilo mundano. Para llegar a
la propuesta, entendimos un territorio – Rio de Janeiro – cargado de su
impronta portuguesa, europea y africana, establecido en un país del continente
latinoamericano, bendecido entre otros con grandes futbolistas y victorias
deportivas. Lo entendimos desde sus condicionantes espaciales, geográficas,
culturales, religiosas y constructivas. Allí identificamos, la ciudad funcional y la ciudad situacional.
- Ciudad Funcional (alcance operativo): Es la estructura de soporte que permite la competitividad en un mundo global del espectáculo, turismo internacional, tratados de libre comercio, premios internacionales de urbanismo.
- Ciudad Situacional (alcance simbólico): la ciudad que no es funcional, la ciudad vivida, de auto-gestión, auto-regulación, auto-construcción, el paraíso cotidiano donde se expresa un simbolismo y lenguajes locales.
Entre estos dos alcances, podríamos
decir que se configura la experiencia urbana en un territorio joven como
Latinoamérica. Nosotros no negamos que la ciudad necesita intercambio con el
mundo, lo que nosotros tratamos de proponer es que esto venga en una relación
mucho más simétrica, cuando la identidad local está conscientemente configurada
por la ciudadanía.
“Cities
have the capability of providing something for everybody, only because, and
only when, they are created by everybody.” J. Jacobs. ESTA ES LATINOAMÉRICA PARA LOS LOCALES, SOLO ENTONCES
PARA EL MUNDO DISFRUTAR. “BIENVENIDOS”.
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